¡Hola a todos! Mi nombre es Selene, soy enfermera y, actualmente, estoy trabajando en el Hospital Universitario de Getafe en Madrid, pero no hace tanto, a estas alturas estaba dando tumbos por Noruega, de modo que voy a aprovechar para contaros cómo fue mi experiencia por este gélido país.
a idea de irme para allá surge porque al terminar la carrera en 2015, España (como muy bien sabréis los que os dedicáis a la profesión), no atravesaba su mejor momento en el ámbito laboral. De manera que, tras finalizar mi contrato de verano, a través de la Universidad ofertaban la posibilidad de irse a trabajar a Noruega por medio de una empresa de contratación temporal, que ofrecía alojamiento y se hacía cargo de los gastos derivados del mismo y del transporte, pero no todo era camino de rosas, ya que a cambio teníamos que aprender el idioma noruego, así que comencé a estudiar noruego en un curso intensivo que ellos mismos facilitaban y en menos de 5 meses ya estaba rondando por allí.
El lugar donde viví es en un pueblecito al sureste llamado Ås, que se encuentra a unos 32 km de Oslo. Allí conviví con 10 personas más, la mayoría españoles, pero también había suecos, rumanos… así que ya podréis imaginar, que cada uno siendo de su padre y de su madre y teniendo costumbres varias, la convivencia no se puede decir que fuese idílica, pero aun así lo recuerdo con muchísimo cariño ya que, al fin y al cabo, todas aquellas personas son lo más parecido a una familia.
Los primeros meses fueron duros, para qué nos vamos a engañar, adaptarte al idioma, a sus diversos dialectos, la personalidad de los noruegos, el clima y la forma de desempeñar la profesión enfermera… no es algo fácil, pero bueno, como todo en la vida, sólo es cuestión de tiempo. Estando allí trabajé en numerosas residencias y en lo que ellos denominan “hjemmetjenesten”, que viene siendo como Atención Primaria pero domiciliaria. En lo que respecta a las residencias, las diferencias no distan mucho con lo que practicamos aquí en España, pero esta Atención Primaria a domicilio sí, ya que, por ejemplo aquí las visitas que tenemos programadas a domicilio están enfocadas a ofrecer una continuidad de cuidados en materia de salud para aquellas personas que no pueden desplazarse al centro de salud, pero lo que no nos imaginamos es programar una visita para ponerles el lavavajillas, o hacerles las famosas “brødskiver” (lo que en España denominamos “tostas”, que ellos toman para desayunar y como cena). Las competencias enfermeras no están del todo delimitadas, ya que, ante la falta de enfermeros en el país, el profesional de auxiliar de enfermería, a través de la preparación con cursos u “opplæring” (enseñanza por enfermeros), realiza muchas labores de enfermería (hacen perfiles glucémicos y ponen la insulina, cuidado de ostomías, cura de úlceras…).
Son tantas vivencias que en un post se me queda todo demasiado corto, he intentado describiros un poquito todos aquellos aspectos que a mí me resultaron llamativos y que os hagáis una ligera idea de cómo es esta profesión allí. En resumen, os puedo decir que es una experiencia súper enriquecedora, no sólo a nivel profesional sino también personal, porque al fin y al cabo estás en un país donde no has nacido y se te presentan muchas situaciones que te ponen a prueba ya que estás “solo”, pero volvería a repetirlo sin lugar a dudas. Entonces, muchos os preguntaréis… ¿Por qué regresaste a España?, pues porque soy una persona muy hogareña y echaba mucho de menos a la familia, además el clima también se me hizo un poco cuesta arriba (demasiado frío para una española que casi duerme con nórdico en verano, jijiji).
Ante cualquier duda que se os presente, curiosidad o si queréis profundizar en algún tema en concreto porque estéis pensando probar suerte en este país, escribídnoslo en comentarios y estaremos encantados de ayudaros.
Un saludo a todos
Autor: Selene Romero